GOBIERNO ANTORCHISTA DE IXTAPALUCA, CON LA FUERZA PÚBLICA, SE ADUEÑA DEL PANTEÓN DE TLALPIZAHUAC

IXTAPALUCA, Méx.- El gobierno antorchista de Ixtapaluca, con la ayuda de la fuerza pública, el pasado 28 de octubre, se adueñó del panteón del pueblo de San Juan Tlalpizahuac, destruyendo con una máquina la oficina del Patronato del pueblo y desalojando a todas las personas que se encontraban al interior.Ricardo Rivera Martínez, presidente del patronato, manifestó que la alcaldesa Maricela Serrano Hernández, mandó a unos 80 policías armados para intimidar a los pobladores de Tlalpizahuac, par evitar que se opusieran al despojo y a la destrucción de la oficina del patronato.Explicó que de antemano, le hicieron llegar un legajo de documentos con el acta notarial del patronato que se formó para proteger y cuidar el panteón local.Recordó que el ex alcalde Humberto Navarro de Alba, firmó un documento con el que avala que ese panteón fuera únicamente para el pueblo de Tlalpizahuac, como es común por sus usos y costumbres.Sin embargo, con la llegada de la dirigente antorchista, Maricela Serrano Hernández, empezó a adueñarse de los panteones como sucedió también con el del pueblo de Coatepec, cuyos habitantes se organizaron para defenderlo.En el caso del pueblo de Tlalpizahuac, los integrantes del patronato, fueron sorprendidos por la fuerza pública que llegó para desalojarlos.
Y para evitar que regresarán, destruyeron la oficina que se había construido con la cooperación de la población.
Ricardo Rivera dijo que atrás de este desalojo también esta el delegado municipal de Tlalpizahuac, Jaime Cruz Ugalde, quien tiene intereses en manejar, junto con el jefe de panteones del municipio, los espacios para los difuntos.
Recordó que antes de que se formará el patronato, los panteoneros que dependían del ayuntamiento vendían los espacios hasta en 16 mil pesos, como se descubrió después de que se formó el patronato y se empezó a mejorar las condiciones del campo santo.
Abraham Noriega González, dijo que lo mismo ocurrió en el municipio de Chimalhuacan, cuando el antorchista, Jesús Tolentino Román, era presidente municipal y se quería adueñar del panteón de San Lorenzo.
Sin embargo, ahí, se hizo una lucha ciudadana y se bloqueó el carnaval para hacer respetar los usos y costumbres del pueblo, para que el panteón fuera adminístrado por ellos y no por el ayuntamiento.
Esta disposición del pueblo de Chimalhuacan, quedó asentado en acta de cabildo, para que ningún otro alcalde se quiera quedar con el camp santo.
Lo mismo ocurrió en Los Reyes La Paz, donde el también alcalde perredista, Dino Ortiz, quiso hacer negoció con el panteón, pero el pueblo lo defendió para que no pasara a manos del ayuntamiento.

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